«Hemos conocido esta noticia cuando estábamos reunidos y lo hemos incluido inmediatamente en nuestra declaración», indicó la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.

Mogherini calificó de «decisión política» la medida a Guaidó y precisó que se trata de «otra prueba de la urgencia de la restauración de la democracia, la separación de poderes y el imperio de la ley en el país».

Manifestó que la decisión estuvo «destinada a socavar la búsqueda para una resolución pacífica y democrática de esta crisis», pero mostró la determinación de los integrantes del GIC para continuar buscando una solución pacífica que pase por la celebración de elecciones libres, creíbles y democráticas.

La alta funcionaria europea lamentó que la medida se produzca en momentos en que «tienen lugar pasos hacia para una solución pacífica y democrática y aquellos que podrían no compartir este enfoque toman acciones para socavarlos».

El canciller ecuatoriano, José Valencia, refirió que esa «decisión política del Gobierno de Venezuela, ciertamente no se apega al debido proceso, es arbitraria y denota una falta de separación de poderes».

Valencia reconoció que «ciertamente no ayuda a que haya un avance y una salida a nivel regional que todos deseamos que se produzca».