El cuerpo de una venezolana, identificada como Desiree Joselin Crespo Álvarez fue encontrado sin vida en un cuarto de un hotel en Perú, junto con el de Juan Carlos Gutiérrez Segura.

Según el portal El Ojo de Perú, la relación de la pareja eran de jefe de un negocio automotriz y administradora. La venezolana había trabajado desde hace tres meses en dicha empresa y estaba casada con Martín Quesquén desde hace siete meses.

Los hechos

Con un disparo en la cabeza encontraron muerta a Desiree Joselin Crespo Álvarez, en el hotel de la cuadra 10 de la avenida Rosa Toro, en el distrito de San Borja. Junto a ella estaba el cuerpo sin vida de Juan Carlos Gutiérrez Segura, su jefe y dueño de una empresa automotriz, quien se presume asesinó a la joven venezolana y luego se suicidó.

Una noche antes, el hombre, de 51 años, ingreso al hotel acompañado de quien era la administradora de su negocio y ambos se hospedaron en la habitación 404. Doce horas después, el personal de limpieza halló la sangrienta escena.

El gerente automotriz estaba boca abajo, su mano derecha aún empuñaba el arma, mientras que Crespo Álvarez yacía tendida a su lado. Desde hace más de un año, Desiree llegó a Perú a reunirse con su esposo. Ambos se casaron hace 7 meses, pero desde hace 3 trabajaba en la empresa de Gutiérrez Segura en San Luis.

La versión del esposo

«Ya tengo 10 años viviendo con ella, nosotros siempre hablábamos bien. No teníamos problemas», aseguró el marido al ir a reconocer el cadáver de su esposa.

«Me dijo que iba para la casa, no sé qué pasó», respondió Martín Quesquén cuando le preguntaron por la última vez que se contactó con su cónyuge. Además, contó que los esposos tenía los planes de tener un hijo para el próximo año. Sin embargo, la muerte de Desiree Joselin Crespo Álvarez cambiaría los planes de Martín Quesquén quien asegura no tener dinero para repatriar el cuerpo de la fallecida a Venezuela.

Pide ayuda a cancillería de su país.

Cactus24 (12-06-2019)