Salir a la calle y pasear al perro es una ardua tarea para Kevin y Tiffany, una pareja de Seattle (EE. UU.). No porque su mascota sea maleducada o miedosa, sino por la simple presencia del can: tiene una cara que parece humana. Nori, de raza Aussieppo, posee unos ojos almendrados y una expresión que da la sensación de que sonríe levemente, en un gesto que muchos consideran adorable, si bien otros muchos lo encuentran inquietante.

«Cuando era un cachorro, su pelaje era mucho más oscuro, y a menudo se lo comparaba con Chewbacca o un Ewok, que son personajes de Star Wars. Usualmente escuchamos que son sus ojos los que crean la mirada humana, y estoy de acuerdo. Nori es una mezcla de Toy Australian Shepard y Toy Poodle, y a menudo parece que está sonriendo», afirma Tiffany al Daily Mail, quien junto a su pareja ha decidido abrirle una cuenta de Instagram que está revolucionando las redes: algunas de sus fotos tienen hasta 9.000 «Me gusta».

Según sus dueños, Nori es «increíblemente dulce y amigable, muy enérgico y juguetón». Tanto que incluso llega a molestar a su nueva compañera, Boba, una Shorkie de un año mezcla de Shih-tzu y Yorkie que acaba de llegar a la familia.

Aunque pesa menos de 6 kilos, llama mucho la atención, y eso que Tiffany y Kevin dicen que a medida que envejece, el perro pierde poco a poco su expresión humana. «De pequeño no podíamos doblar la esquina sin que alguien nos preguntase sobre él», afirma su dueña, que permite que cualquiera se acerque a tocarlo, porque entiende la expectación que levanta su curioso compañero. «Sabíamos que tenía un aspecto interesante, pero nunca imaginamos todas las reacciones que tuvimos». Mientras, Nori parece que sigue sonriendo.

Cactus24 (05-10-2019)