El ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, defendió este lunes ante la Eurocámara los contactos emprendidos por la Unión Europea con Cuba pese a la «falta de libertades democráticas básicas» en ese país, y respaldó las sanciones selectivas aplicadas contra autoridades venezolanas.
Durante la audiencia ante la comisión de Exteriores del Parlamento Europeo en la que busca el respaldo para convertirse en el próximo alto representante de la UE para la Política Exterior y vicepresidente de la Comisión Europea, Borrell rechazó sanciones «que puedan afectar aún más al pueblo venezolano», que atraviesa una «terrible» situación humanitaria.
«No apoyaremos sanciones colectivas», aseguró, ya que «cualquier cosa que les impida tener un poco menos de comida o de medicinas, no es algo que se pueda aceptar».
En cambio, Borrell defendió la imposición de sanciones individuales contra personalidades que tengan cargos de responsabilidad, y recordó que España fue el país que promovió recientemente la aplicación de medidas restrictivas contra siete personas acusadas de torturar y matar a un oficial de la Marina venezolana.
Señaló que la UE trabaja por «conseguir la única solución posible, que es una solución negociada entre venezolanos que permita una salida democrática» a la crisis que vive el país, a la vez que pidió «voluntad de negociación para que se celebren las elecciones presidenciales».
Sobre Cuba, recordó que en la UE ya hubo medidas de aislamiento al país que no tuvieron «ningún» resultado y que concluyeron cuando la unilateral «posición común» dio paso al primer acuerdo bilateral entre la Unión y la isla.
En ese nuevo contexto, dijo que «por Cuba se ha pasado hasta el papa, y (el entonces presidente de EEUU Barack) Obama y el presidente de la República francesa».
«El único que no ha ido todavía es el jefe de Estado de España, pero todos los demás han pasado por allí», afirmó.
Según Borrell, Cuba es un país en el que «faltan las libertades democráticas básicas que nosotros ambicionamos para nosotros mismos y para los pueblos amigos».
Pero agregó: «Es mejor una política de contacto, que permita establecer relaciones pueblo a pueblo y gobierno a gobierno, que no un aislamiento que ya sabemos que no ha conducido a nada».
«Al menos, en Cuba no hay condenas a muerte, y tampoco las aplican por crucifixión», concluyó.
Cactus24 07-10-19