El Día de Todos los Santos se celebra cada 1 de noviembre, es una celebración religiosa en la que se honra la memoria de las personas fallecidas, quienes han ocupado su lugar en el cielo.

La Iglesia Católica determina que «Santo» es la persona que ha llegado el cielo. A lo largo de la historia algunos de ellos han sido canonizados ya que su vida ha sido un verdadero ejemplo de cristianismo y por ello tienen un lugar en el Santoral.

Su origen, surge de la primera referencia que se tiene del culto a los mártires data del año 156. La comunidad de Esmirnia escribió una carta a la Iglesia de Filomelio para comunicarle que su santo obispo Policarpo había fallecido. Un documento que ha permitido deducir que la comunidad cristiana honraba y veneraba a los mártires. Tenían por costumbre reunirse donde estaban sus tumbas, haciendo alusión a la relación existente entre el sacrificio de los mártires y el de Cristo.

Fue el papa Gregorio IV quien proclamó de la fiesta de Todos los Santos en el año 835. Aunque no hay una historia totalmente firme sobre el origen de eta celebración, todo apunta a que el papa Gregorio IV eligió esta gecha porque coincidía con una de las principales festividades paganas de los pueblos celtas y germanos.

Día de los Difuntos o de Muertos

Es importante señalar que el Día de Todos los Santos no es igual al Día de los Fieles Difuntos. Este último se celebra el 2 de noviembre, y consiste en rezar por los fieles que ya no siguen en la tierra.

El Día de los Difuntos es una tradición prehispánica cuyo origen es la costumbre de guardar los cráneos de las personas fallecidas a modo de trofeo.

Cactus24 (01-11-2019)