Una mujer congoleña de 41 años que no ha sido identificada murió este miércoles bajo la custodia de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en el sur de Texas, según informó la agencia el jueves en un comunicado.

La mujer había llegado junto a su familia apenas el día anterior a un puerto oficial de ingreso en Laredo, Texas y portaba documentación sobre una “condición médica preexistente”, por lo que fue examinada por el personal médico y posteriormente transferida al Puente Lincoln Juárez, en donde pasó la noche.

Pero en las primeras horas del miércoles, día de Navidad, mientras esperaba su liberación tras el procesamiento final de su ingreso al país, la mujer se quejó ante los agentes de haber vomitado y de sufrir “dolor abdominal”, por lo que fue trasladada de urgencia al Centro Médico de Laredo, en donde falleció horas después, de acuerdo con el comunicado de la agencia federal, que no especificó las causas de su fallecimiento ni qué condición médica padecía la inmigrante.

“La Oficina del Médico Forense del Condado de Webb (WCMEO) ha determinado que la muerte no es sospechosa, ya que la persona tenía una condición médica preexistente. La Oficina de Responsabilidad Profesional de CBP fue notificada y está revisando el incidente», notificó la agencia en el comunicado.

La CBP tampoco precisó si la mujer y su familia habían intentado entrar al país con anterioridad y habían sido enviados a México.

El número de cruces diarios por los puestos oficiales fronterizos ha sido limitado a un número reducido, con listas y turnos que los inmigrantes deben esperar del otro lado.

En muchos casos, una vez que se procesa la entrada oficial y la solicitud de asilo, los inmigrantes son forzados a volver a México mientras esperan la resolución de su proceso migratorio.

Al menos otras 11 personas han fallecido este año bajo custodia de la Patrulla Fronteriza, según los reportes de la propia agencia en su página web.

Según la información publicada por Univisión, a principios de este mes, una investigación del medio ProPublica reveló el video de un adolescente guatemalteco en una celda de CBP que agonizó durante horas hasta que su compañero, otro menor también enfermo, lo encuentra tirado en el suelo y llama a los guardias. Las duras imágenes, publicadas meses después de su muerte, contradicen la versión que dio entonces la CBP de los hechos.

Tras dichas revelaciones, esta semana los demócratas de la Cámara de Representantes exigieron documentos del Departamento de Seguridad Nacional, al que pertenece la CBP, para investigar » un patrón preocupante de abuso y maltrato» de los migrantes.

En una carta dirigida al actual Secretario de Seguridad Nacional, Chad F. Wolf, la demócrata Carolyn B. Maloney, presidenta del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes cuestionaba la protección que da CBP a los inmigrantes bajo su custodia.

“La falta de tratamiento parece ser una flagrante violación de los propios estándares de detención de CBP y despierta serias interrogantes sobre si el DHS es capaz de tratar a niños y adultos con la más básica compasión y dignidad humana”, escribió Maloney.

La semana pasada, tras sendas investigaciones, el inspector general del Departamento de Seguridad Nacional eximió a la CBP de cualquier responsabilidad relacionada con la muerte de dos niños guatemaltecos en diciembre de 2018: Jakelin Amei Rosmery Caal Maquin, de 7 años, y Felipe Gómez Alonzo, de 8. Ambos murieron bajo custodia federal y sus muertes despertaron serias dudas sobre el tiempo que tardaron en recibir una atención médica adecuada.

Cactus24 (27-12-2019)