El Vaticano hizo oficial el documento ‘Querida Amazonía’ donde se recogen las propuestas para incentivar la eucaristía en las zonas amazónicas. En esta exhortación, el pontífice pasó por alto la posibilidad de ordenar a hombres casados y la de crear la figura de diaconisas, mujeres que puedan impartir sacramentos.
No hubo anuncio histórico en la Iglesia católica. El papa Francisco publicó este martes 12 de febrero su exhortación sobre el Sínodo de la Amazonía, en el que no se contempla ordenar hombres casados ni la posibilidad de crear diaconisas, es decir, mujeres que puedan impartir algunos sacramentos.
Esta decisión llega a pesar de que los obispos de las regiones amazónicas, que participaron en el Sínodo del año pasado, habían aprobado por dos tercios de la mayoría la propuesta de ordenar sacerdotes a hombres casados y reconocidos por su comunidad.
El documento titulado ‘Querida Amazonía’ contiene 52 páginas, divididas en 11 puntos. Un texto en el que el papa recoge sus reflexiones sobre las cuestiones medioambientales, culturales, sociales y políticas que ponen en peligro y oprimen a los pueblos del Amazonas.
Aunque el fin del celibato parecía una de los cambios que podría llevar a cabo Francisco, por su talante reformador, este se encontró con una fuerte oposición dentro de la Iglesia, que hacía entender que, en caso de aprobarse la medida, podrían volver a levantarse las asperezas entre las dos facciones enfrentadas por el poder.
Francisco pidió más eucaristías en el Amazonas y más responsabilidades para las mujeres
El papa Francisco finalmente no acabó con el celibato de los sacerdotes en el Amazonas, pero sí que reconoció la necesidad de que la eucaristía llegue a esas zonas remotas. Por eso pidió un «aumento del rezo» para que crezcan las vocaciones y el envío de misioneros. Para conseguirlo, el pontífice pidió a los obispos una mayor generosidad orientando a aquellos que «muestran vocación misionera» para que escojan la región amazónica.
Otra de las posibles medidas que había generado expectación era la creación de diaconisas. La decisión de contar con mujeres impartiendo sacramentos ayudaría a aumentar el número de oficiantes en la región; sin embargo Francisco justificó que esta medida no sería una avance, aludiendo a su desconfianza de que el papel de las mujeres fuese a crecer solo por que se les diera acceso a ser diaconisas.
«Pero esta mirada en realidad limitaría las perspectivas, nos orientaría a clericalizar a las mujeres, disminuiría el gran valor de lo que ellas ya han dado y provocaría sutilmente un empobrecimiento de su aporte indispensable», trató de explicar el papa argentino.
Sin embargo, el pontífice sí exhortó a la comunidad cristiana a promover el surgimiento de nuevos servicios y carismas femeninos que respondan a las necesidades des los pueblos amazónicos.
Los cambios en la Iglesia, frenados por el ala más conservadora
Uno de los principales opositores a las medidas aprobadas en el Sínodo de la Amazonía fue el cardenal Robert Sarah, que se ha mostrado defensor acérrimo del celibato. Así lo hizo saber en el libro ‘Desde lo profundo de nuestro corazón’, que publicó junto al papa emérito Benedicto XVI y en el que se hacía una exacerbada defensa de la soltería obligatoria para los religiosos.
Pero precisamente Benedicto XVI, durante su papado, admitió excepciones en el celibato al permitir que los sacerdotes anglicanos casados pudiesen formar parte de la Iglesia católica.
De hecho, la ordenación de hombres casados es una discusión que viene de lejos. Andrea Tornielli, director editorial de comunicación del Vaticano, escribió en un artículo en ‘Vatican News’ que la discusión aún no ha terminado: «Puede serlo aún en el futuro, porque ‘la perfecta y perpetua continencia’ no es ‘ciertamente exigida por la naturaleza misma del sacerdocio’, como declaró el Concilio Ecuménico Vaticano II».
AFP y EFE
Cactus24 (12-02-2020)