El suicidio continúa siendo una tragedia recurrente en el estado Trujillo. La depresión producto de problemas de salud, económicos o sentimentales ha llevado a tomar esta fatídica decisión a al menos siete personas en lo que va de año. Es un problema que día a día se agrava más, las edades comprendidas de las victimas van desde los 12 años hasta los 70 años de edad.

 

En esta oportunidad un hombre identificado como José Domingo Guzmán Barrios, de 59 años de edad, conocido por sus allegados como “Calima”, tras padecer de múltiples preocupaciones, se dejó llevar por un arrebato, decidió en una ráfaga de desesperanza quitarse la vida con sustancias toxicas, un pesticida popular entre los campesinos, llamado Gramoxone.

 

La tragedia para los de familiares de José ocurrió este 18 de febrero. Al ingresar en su vivienda, lo encontraron gravemente intoxicado por el producto, un herbicida post-emergente de contacto, no selectivo, especialmente indicado para el control de un amplio espectro de malezas gramíneas y de hoja ancha en frutales y cultivos bajos, en cualquier época del año, de alto nivel venenoso para los seres humanos.

 

La víctima vivía en el sector Santa Cruz, de la parroquia Mesa de Esnujaque, del municipio Urdaneta, perteneciente al estado Trujillo. De inmediato fue trasladado por sus vecinos y familiares al hospital universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo de la ciudad de Valera, pero el producto ya había hecho estragos en su cuerpo, perdió la vida a los pocos minutos de ingresar.

 

En menos de una semana ya han ocurrido tres casos, de los cuales dos pudieron terminar con su vida y uno fue rescatado a tiempo, por esta razón las autoridades hacen un llamado para acudir a los profesionales ante cualquier sospecha de depresión o ansiedad, en pro de detener este fenómeno en la entidad andina.