El buque guardacostas de la Armada venezolana GC-23 “Naiguatá” zozobró la medianoche de este lunes, después de que fuese embestido por un barco de pasajeros de bandera portuguesa, al noreste de la isla La Tortuga en aguas territoriales.

En un comunicado de la unidad castrense trascendió que la nave realizaba labores de patrullaje en mar territorial y cuando se disponía a hacer una revisión a la embarcación lusitana, la misma supuestamente embistió al barco militar, lo que originó daños en el casco lo que derivó en el hundimiento de la nave, cita 2001.

La Armada venezolana detalló que el buque Resolute de bandera portuguesa continuó la navegación abandonando la embarcación venezolana, violando así los convenios internacionales en alta mar, donde indican que de haber una colisión y un posible hundimiento, se debe prestar el apoyo humanitario de los sobrevivientes.

“La acción del buque Resolute se considera cobarde y criminal, toda vez que no asistió al rescate de los tripulantes, incumpliendo la normativa internacional que regula el salvamento de la vida en la mar. Este buque actualmente se encuentra en el puerto de Willemstad en Curazao, donde atracó en horas de la mañana del día de hoy (ayer)”, expresa parte del comunicado, donde además la naval indicó que el Gobierno nacional ya estaría realizando todas las diligencias para la acusación formal.

El Ministro de la Defensa de Maduro, Vladimir Padrino, exigió al Reino de los Países Bajos una actuación responsable e inmediata, en estricto apego a los convenios y reglamentos internacionales y anunció que iniciarán una investigación del hecho “para que no quede impune”.

Cactus24 (01-04-2020)