Era cerca de la 1 de la tarde de este sábado cuando a la emergencia de pediatría de la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (Chet) de Valencia fue ingresado un niño en graves condiciones generales. Médicos, enfermeras y hasta Organizaciones No Gubernamentales se conmovieron ante el caso y de inmediato hicieron todo el trabajo humanamente posible para salvarlo, pero casi 24 horas más tarde una noticia los derrumbó: Dylan murió.

La información que corrió en el hospital es que el niño, supuestamente, se había caído del balcón de un viejo edificio que fue invadido hace más de cinco años en pleno casco de la ciudad, donde vivió los últimos meses junto a su mamá y una señora que, al parecer, lo cuidaba. La historia no parecía convencer a los médicos quienes no dudaron en notificar a las autoridades. Su experiencia les decía que estaban frente a un posible caso de maltrato infantil.

Los del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de Valencia, seguramente han oído distintas historias durante su carrera, pero la que escucharon ese sábado era insólita: Según Deisy, la madre de apenas 21 años de edad, al niño –supuestamente- lo empujó un duende desde el piso 16 al 12, donde cayó malherido.

Era más que evidente que se trataba de una historia ficticia, así que lo siguiente sería dictar una medida de protección para Dylan y que detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) iniciaran las averiguaciones por las lesiones graves que presentaba el pequeño. Pero el procedimiento dio un vuelco tras notificarse el deceso del niño.

La noche del ingreso, Dylan fue trasladado a una clínica al norte de Valencia para que le realizaran una tomografía. No fue necesario anestesiarlo. Llegó como dormido. Lo acompañaban dos paramédicos, un doctor, que hizo todo el trámite, y una mujer que poco hablaba, era Deisy. No parecía muy preocupada por el bebé, más bien asustada. Siempre se mantuvo a un lado de la camilla con su primogénito. Fue muy amable al despedirse luego que le realizaran el estudio al niño. Regresaron al hospital central.

“Cállate y acuéstate a dormir”, le decía Deisy a su hijo cuando lloraba por hambre. Por lo general, los gritos se escuchaban a media mañana. La joven madre, con la excusa que estaba embarazada otra vez, despertaba casi a mediodía. A Dylan no lo atendía y lo golpeaba mucho. Incluso con el puño cerrado, aseguran vecinos del sector Escalona, cerca de la avenida Enrique Tejera. Un día la amenazaron con denunciarla, pero tras la advertencia se fue del barrio.

Una tarde, en aquel barrio donde Dylan caminaba hasta desnudo, lo vieron con una herida en la cabeza. La excusa fue que “Rubí”, como conocían a Deisy, estaba lavando los platos y sin querer lo golpeó con un sartén. Otro día, “se cayó” y se partió la boca. Otro más, tenía las rodillas “peladas”. Sus vecinos trataban de ayudarlo con ropa y alimentos porque se veía bajo de peso.

Cuando los médicos declararon a Dylan muerto, llegaron los detectives de investigaciones de homicidios y se llevaron a Deisy detenida como principal sospechosa de la muerte del niño, que en un mes cumpliría tres añitos.

En la sede de la Delegación Municipal Las Acacias, Deisy habría declarado que Dylan estaba durmiendo en una de las habitaciones y de pronto se dieron cuenta que no estaba. Supuestamente, comenzaron a buscarlo y lo encontraron en el balcón del piso 12, a donde habría caído desde el apartamento en el piso 16 donde vivían con “Ana”, una mujer que les habría dado albergue luego de irse del barrio Escalona y quien cuidaba del niño.

En el hospital, Deisy contó que fue al piso 12 a bañarse, porque en el 16 no llegaba agua, y al regresar no encontró al niño. Le habría preguntado a «Ana», pero no supo decir dónde estaba. Entonces, fue cuando lo vieron tendido en el balcón vecino y lo llevaron al hospital.

De acuerdo a las investigaciones preliminares, el niño tenía lesiones de vieja data. Eso no sorprende a quienes fueron sus vecinos y siempre veían como lo maltrataban. Según Deisy, el responsable era el mismo duende que lo habría empujado y que «hablaba con los perros».

“Ana”, está detenida. Deisy permanece en custodia del Cicpc. Dylan, víctima de una mujer que nunca debió ser madre, lo recuerdan como un niño inteligente, que solo reía cuando no estaba con su mamá. Lo recordarán paseando en bicicleta con sus amiguitos quienes le daban vueltas por el barrio Escalona. 

CACTUS24 10-08-20