La carrera contra el tiempo de María José Lizardo, de 31 años, médico internista y ocupacional, inició el 1 de septiembre de 2020, a escasos dos meses de cumplir un año del accidente laboral que la alejó de los hospitales zulianos y por el cual no recibió ningún tipo de indemnización. Necesita una prótesis de cadera y mientras más se tarde en conseguir cinco mil dólares, mayor será la posibilidad de perder su pierna derecha.
Quien desee ayudarla puede hacerlo a través del Banco Occidental de Descuento. Cuenta: 0116-0116-2100-1692-0155 o Banco de Venezuela, cuenta 0102-0542-5200-0003-6294. Ambas a nombre de María José Lizardo. C.I. 18.988439. Por Zelle: a nombre de Yohanet Barreto, yohaneth.barreto@gmail.com; o a través de la campaña https://gf.me/u/yvsatp
El incidente ocurrió a las 7.30 de la mañana del 18 de octubre de 2019 en el área de observación del Hospital Central de Maracaibo. Lizardo cursaba el Tercer año de Medicina Interna y ese día le tocaba guardia. A los pocos minutos de llegar al centro de salud empezó a llover y hubo un apagón. La planta eléctrica decidieron no encenderla por la lluvia y todo quedó oscuro.
“Llegó una emergencia. Debía revisarlo para remitirlo a otro centro. Un compañero me acompañó y entre los dos alumbrábamos con el teléfono. Pisé un charco, no ví a un familiar sentado en el pasillo, tropecé con él, me fui de lado y caí de cadera sobre una banca de hierro”, recordó Lizardo.
Ella terminó en el quirófano, un compañero revisó al paciente de emergencia, lo refirió a otro hospital y se murió.
La medico detalló que la operaron, le colocaron tres tornillos canulados y a los pocos días la dieron de alta para que cumpliera el tratamiento en su casa y así evitar que a través de la herida adquiriera una bacteria y se complicara.
Con los meses, Lizardo creyó que se recuperaría y reiniciaría su trabajo. Pero todo se complicó y ahora está desempleada y necesitada de una nueva operación y una prótesis. “Esto fue un golpe bajo para mí. Empecé con un dolor. Me hice un control de rayos X. El traumatólogo dijo que tengo una necrosis vascular de cabeza de fémur. Ese hueso se murió y se fue partiendo y los tornillos que me instalaron me fisuraron un poco la cadera. De no operarme, perderé mi pierna”.