Clarisa Zambrano desde Caracas, Venezuela, se nos presenta como una mujer guerrera, con altas y bajas, de profesión fotógrafa y diseñadora gráfica. Nos confiesa de entrada que quedó desempleada en los inicios de la pandemia.
Sufrió desilusión, depresión como es normal en estos procesos pero se levantó: «Una de mis grandes pasiones es conducir bicicleta y me fui por allí para enfrentar esta dura situación en la que hubo días en que no tenía ni qué comer».
Zambrano nos habla desde un espacio donde al fondo se ve su bicicleta y recuerda:»Yo viví en Bogotá unos ocho meses en los que fui a atender un tema familiar. Lo primero que me impresionó al llegar fue lo grande que es la ciudad y desde mi punto de vista muy hermoso, muy verde, organizado y con muchas bicicletas, aunque los bogotanos no piensan así».
Clarisa nos confiesa a Venezolanos que Inspiran de Cactus24 Noticias: “Yo vi que allá se hacían bastantes domicilios, decidí entonces comenzar aquí con mi bicicleta y ofrecí mis servicios en los negocios y se me quedaban viendo así como diciendo ‘¿qué es eso”.
Zambrano nos detalla que paso a paso fue construyendo sus rutas y así fue creciendo su iniciativa, tanto que llamó la atención de otras personas que progresivamente se fueron uniendo, haciendo deliverys para farmacias, comidas rápidas, entre otras.
-Una vez que te dijiste esto es lo qué puedo hacer ¿Qué fue lo primero que hiciste?
___Lo primero que hice fue tomar todo el aprendizaje que viví en Bogotá. La bicicleta allá es una cultura y todos los domingos la ciudad se convierte en una ciclo vía completa. Ciertamente, continua, aquí en Caracas también existe una ciclo vía pero no con las mismas características y enseñanzas, sin embargo se usa.
Clarisa dice: “Tuve la fortuna de conducir bicicleta allá y de conocer mucho el tema. Mi uniforme tal como le ves (lo muestra a través de la pantalla en la aplicación Zoom) resume la idea que me traje de all (…) No me lo contaron, lo vi, lo sentí y obviamente como lo aprendí pensé que lo primero que necesitaba era hacerme visible».
Zambrano nos cuenta que el uniforme con tela fosforescente color amarillo se lo hizo y diseñó un gran amigo. Acto seguido, nos sigue explicando, creó el logo que la identifica como domiciliario.
Clarisa es de hablar muy fluido y entre las tantas experiencias que atesora de lo vivido en la capital bogotana está el hecho de que en Caracas, a diferencia de Bogotá, es un ejemplo de atención.
«En Colombia era una ciclista más, aquí muchos me preguntan qué pueden hacer para trabajar contigo o cómo hago para verme como tú”, nos dice.
«Yo quise rescatar de mi experiencia en Bogotá la seguridad que uno debe tener cuando monta una bicicleta. Crear conciencia no solo para mi comunidad; sino para mí. Me di cuenta, porque empecé a investigar, que el uso de la bicicleta es de antaño cuando los refrescos y la leche era distribuidos de esta forma», dice.
Esta joven sin duda ha aprendido mucho, tanto que no quiere limitarse solo hacer deliverys en Caracas sino que esta novedosa forma de trabajar para ella se convierta cada vez más en una herramienta de aprendizaje, ejemplo y crecimiento para todos.
¿Porque la bicicleta? Se pregunta asimisma y se responde: “porque la bicicleta es mi pasión. Siento que cualquier emprendimiento para sostenerse en el tiempo debe tener un grado muy alto de pasión. Si uno piensa que es por moda o es chévere eso no se mantiene», afirma.
Esta profesional de la fotografía no se detiene, está en constante movimiento y cada salida en su bicicleta implica para ella un gran reto.»Esto me llevó a mí a medir cuántos kilómetros realizo cada día, a revisar mi alimentación y a crear conciencia ecológica. Puedo decirte que cuando esta idea nació lo hizo en medio de la pandemia y la necesidad. El país estaba en un momento realmente critico, no había gasolina incluso ni con dinero , así que me percaté de lo ecológico que es este sistema de transporte y de la llegada de los vehículos eléctricos a Venezuela», destaca.
Clarisa agrega que «el mundo está cambiando y yo creo que tenemos cambiar con él, hacer algo real por el medio ambiente. No estoy hablando de ir a la ONU y hablar o elaborar una pancarta. Se trata de una acción por muy pequeña que sea que cada quien pueda hacer para cambiar de a pasos nuestra realidad y mejorar mi país».
-¿Cómo te sientes con este emprendimiento y que te ha dejado la pandemia?
___ Me ha dejado la lección de que si una realmente se determina a hacer algo, más allá de las preguntas puedo o no puedo, puedes lograrlo.
Clarisa nos dice que ella jamás imaginó que su emprendimiento fuera a tener la gran repercusión que hasta ahora ha tenido. Lo que sí tiene claro esta venezolana es que ella es una de las tantas pruebas que hay en el país de que si se puede “aún en las peores circunstancias”.
Zambrano recuerda: Tengo un amigo afuera que preguntó ¿estás haciendo bicicleta? Y yo le dije: sí y me volvió a preguntar: ¿estás ganando en dólares?, si yo también, pero estoy en mi país, ojo, porque quiero.
Esta delivery venezolana nos aclara que ella estuvo en dos oportunidades fuera del país pero regresó a cumplir una misión de vida. “Las experiencias hay que vivirlas y lo importante no es preguntarse qué me va dar el país (escriba aquí el nombre del país que quiera) sino qué tengo yo que aportarle, en qué puedo ser útil», subraya.
A Clarisa Zambrano puedes ubicarla en su cuenta en IG: @en.bi.ci o a través de su whatsapp + 58 412 0227006.
La entrevista completa en video en mi canal de YouTube Yasmin Velasco.
Cactus24 (14/02/2021).