Conversar con este caraqueño de pura cepa, instalado desde el año 2018 en Colombia, a quien agradece su crecimiento, es pasearse por un mundo de emociones.

En medio de su primera exposición “Pasión : plantas acuáticas y colibríes” en la Casa Tomada  de Jardín Antioquia, Enrique no escatima tiempo para contar en cuarenta minutos toda su apretada vida llena, como la de todos, por altos y bajos.

“Mi pasión por la fotografía inició por allá por los 80 cuando en Caracas estalló el boom de las patinetas. Yo era malísimo con las patinetas pero en esos días alguien me pidió que les tomara una fotografía y allí comenzó mi pasión. Claro que las primeras fotografías fueron ensayo y error, pero luego fui capacitándome”, admite.

 Ascanio nos muestra y nos cuenta la historia de cada fotografía que tiene en su primera exposición que culmina este mes de junio y que también significa el cierre de la Casa Tomada que dará paso a un restaurante.

Este venezolano, quien construye su futuro en la nación cafetera, está claro de que no todo lo que le rodea  es belleza, por ese nos dice a “Venezolanos que Inspiran” que todo lo que se recaude de la venta de estas fotografías “será destinado a los niños de escasos recursos que viven en las veredas de Jardín para que multipliquen las artes: talleres de pintura, teatro, fotografías “en fin enriquecerse espiritualmente”. 

Para este profesional de la fotografía “que se forma cada día” no hay imposibles y esta enseñanza no solo se la dejó un cáncer de mama que ataca (según las estadísticas a uno de cada  1 millón de hombres), sino que cuando le dijeron que era imposible fotografiar los movimientos rápidos de los colibríes se dijo asimismo ¿imposible? claro que no.

Esa frase junto a su ya superada enfermedad  le quedó sellada en su mente como la prueba más fiel de que todo se puede: “Me tomó años aprender pero he hecho de todo por saber todo de la fotografía. Y también de todo por captar cada movimiento por muy rápido que sea de esta encantadora ave. Revisando la biografía de Ascanio podemos notar que cuando se trata de fotografiar aplica trucos para hacer realidad su pasión: ‘cortar su respiración por segundos’ o no duerme en las noches esperando el momento oportuno a que el ave llegue e inmortalizar el momento”. 

Ascanio es un convencido de que la prueba de fuego es trabajar y hacer  en campo. Este venezolano es un hombre de metas, hace ocho años cuando decidió ser el “fotógrafo de los colibrís”, viajó a Cuba para saber cómo se vive allá y aunque no quiso hablar de política, afirma que lo que vio fue  muy duro.

“En esta isla tuve la oportunidad de fotografiar en la Ciénaga de Zapata al picaflor más pequeño del mundo: el colibrí zunzucito y a partir de allí mi mundo cambió. “Soy el primer venezolano en fotografiar esta ave”, dice muy orgulloso.

Para él hablar del Jardín Botánico de Caracas, de las guacamayas, de la naturaleza es hablar literalmente de su vida. Conoce exactamente cada centímetro de este lugar, otrora oasis en la ciudad que lo vio nacer.

“En Venezuela hay 104 especies de colibríes, 103 confirmadas. Y otra satisfacción que tengo es contar con el álbum de los guacamayos de Caracas muy compartido por allí unas 500.000 veces y hasta más por los internautas”, nos dice.

 Si algo sabe este venezolano es de la naturaleza, la lleva tatuada en su corazón.

 De Colombia  agradece que sea el primer reservorio natural del mundo y, además de aprender y fotografiarla, quiere dejarle impresa su  vasta experiencia: “Quiero que los colombianos aprendan  y promuevan las plantas acuáticas de las que aprendí mucho durante mis días en Jardín Botanico de Caracas. Pongo mi experiencia y conocimientos a su servicio”, afirma convencido.

Enrique Ascanio  ha dado alegrías en el mundo, ya que tiene su esfuerzo y ojo clínico posteado en revistas, publicaciones, exposiciones en países como Argentina, Estados Unidos, Corea y otros  países asiáticos.

Además tiene la gran satisfacción de que donde se para deja bien anclada la bandera de Venezuela.  “ Yo les digo a todos mis compatriotas que hagamos las cosas bien, que donde nos paramos está Venezuela. Aprendamos, valoremos y nunca olvidemos que siempre se puede”.

Pasión y actitud pudieran ser los otros apellidos de este hombre que en Antioquia demuestra la verdadera cara y nobleza de los venezolanos.

Es la naturaleza , esa que estamos llamados a cuidar porque es el planeta donde vivimos, su campo de batalla.

Este fotógrafo de impecable pensamiento y fotografía tiene su lente puesto en Colombia, quiere recorrerla completa y descubrirla a través de sus fotografías. Pero sus sueños no se quedan aquí, quiere volar a otros espacios, por ejemplo España. ¿Crees que lo logrará?

A Enrique Ascanio puedes seguirlo a través de sus redes sociales IG: @about_the_hummingbirds twitter: @AHummingbirds y Facebook About  the hummingbirds. Y la entrevista completa en video en mi cuenta de IG @yasminvelasco1