Hugo Armando Carvajal Barrios conocido como “El Pollo” mencionó este jueves que declararía voluntariamente ante la Justicia española para aportar datos sobre las relaciones entre la banda española ETA y las FARC colombianas.

“El Pollo” hizo esta petición ante el juez después de que esta semana fuera paralizada su extradición a Estados Unidos.

Carvajal participó en el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Fue director de inteligencia y contrainteligencia militar.

En 2014 fue designado cónsul general en Aruba, pero en julio de ese año, fue detenido por las autoridades de la isla, por petición de los Estados Unidos. Estuvo bajo custodia menos de tres días. Regresó a Venezuela y en diciembre de 2015 fue electo diputado de la Asamblea Nacional.

En febrero de 2019 dijo que se alejaba de Nicolás Maduro con una carta, en la que además reconocía al líder opositor Juan Guaidó. Se conoció que Carvajal salió del país e ingresó a España con pasaporte falso.

El Departamento de Justicia estadounidense lo calificó como líder del Cártel de Los Soles y habían ofrecido una recompensa de 10 millones de dólares.

Antes de irse de Venezuela, ocupó el cargo de viceministro del Sistema Integrado de Investigación Penal, así como director de la Oficina Nacional Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.

En marzo de 2020, a pesar de que se encontraba en un paradero desconocido, el Consejo de Ministros aprobó su entrega a Estados Unidos para que fuese juzgado.

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La operación, realizada en conjunto con la DEA, tal y como indica la propia Policía Nacional, fue llevada a cabo para dar cumplimiento a la reclamación judicial, emitida por la Audiencia Nacional de noviembre de 2019.

Su detención fue todo un reto luego de su fuga en noviembre de 2019, según detalla la Policía Nacional en una nota de prensa, dada a conocer por CNN. Carvajal habría ocultado su identidad sometiéndose “a varias operaciones de cirugía estética para modificar su apariencia y que, además, estuvo usando todo tipo de elementos de disfraz, entre los que se detectaron bigotes, barba y pelucas postizas”.

Tras meses de pesquisas, en los que la Policía Nacional contó con el apoyo de la DEA, finalmente consiguieron dar con el paradero de Carvajal. Varios agentes del cuerpo de seguridad español lograron ingresar en la vivienda, donde se escondía, tras conseguir la correspondiente autorización de entrada y registro por parte del Juzgado de Guardia.

Los agentes tuvieron que derribar una puerta blindada y en uno de los últimos cuartos de la casa encontraron a Carvajal encerrado.

Carvajal reconoció que permaneció en España en todo momento y que, cada tres meses, “cambiaba de escondite utilizando domicilios diferentes en los que vivía completamente enclaustrado, sin salir a la calle”, dijeron.