La Comisión Europea (UE) propuso este miércoles que se permita a Polonia, Lituania y Letonia suspender ciertas disposiciones de la normativa sobre asilo durante seis meses, para enfrentar la oleada migratoria proveniente desde territorio de Bielorrusia, anunciaron altos funcionarios de la institución.

Ylva Johansson, comisaria europea de Asuntos Internos, dijo en una conferencia de prensa que la situación en la frontera de Bielorrusia con esos tres países «no tiene precedentes… y por eso estamos pensando en estas medidas».

El plan contempla una autorización temporaria a esos tres países para que extiendan el período de registro para las solicitudes de asilo a cuatro semanas, en lugar del máximo actual de 10 días.

También les permitiría aumentar a 16 semanas el plazo para examinar una demanda, incluida su apelación, un período en que los demandantes deberán permanecer retenidos en centros fronterizos.

También prevén procedimientos «rápidos y simplificados» para los migrantes que regresan y aquellos cuyas solicitudes de protección han sido rechazadas.

«Lo que estamos haciendo aquí es una respuesta (…) firmemente anclada en la ley», aseguró por su parte Margaritis Schinas, vicepresidente de la Comisión Europea.

Estas medidas deberán ser respaldadas por los estados miembros, siendo el Parlamento Europeo únicamente «consultado» al respecto.

Se basan en el artículo 78.3 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, un procedimiento previsto «en caso de que uno o más estados miembros se encuentren en una situación de emergencia caracterizada por una afluencia repentina de nacionales de terceros países».

De acuerdo con las últimas cifras de la Comisión, este año han llegado a la UE algo menos de 8.000 inmigrantes a través de Bielorrusia: 4.285 en Lituania, 3.255 en Polonia y 426 en Letonia.

Tensión fronteriza

La UE acusa a Bielorrusia de haber organizado esta oleada migratoria emitiendo visados y transportando esos migrantes hasta las fronteras de Polonia y, en menor medida, de Lituania.

Esto sería una represalia por las sanciones europeas contra funcionarios del gobierno bielorruso.

Bruselas ya denunció que miles de personas de países como Irak, Siria o Yemen llegaron a Bielorrusia y el gobierno de ese país los impulsó a atravesar las fronteras con Polonia, Lituania y Letonia e ingresar clandestinamente al espacio territorial de la UE.

La situación ha despertado el temor en Europa de una crisis migratoria a gran escala. Miles de personas, en su mayoría de países del Medio Oriente, están atrapadas en la frontera entre Bielorrusia y Polonia.

Johansson, no obstante, añadió que la situación estaba «desescalando» levemente a raíz de la presión ejercida por la UE sobre los países de origen de esos migrantes para que los acepten de retorno.

La situación, añadió la funcionaria, aún requiere «flexibilidad» para administrar «una situación difícil y estresante».

La iniciativa fue recibida con aspereza por entidades humanitarias. Erin McKay, de Oxfam, dijo que la propuesta «fragiliza derechos fundamentales de quienes buscan asilo (…) y va en contra todo aquello que la UE defiende».

Eve Geddie, de Amnesty International, apuntó por su parte que las propuestas «fragilizan las protecciones relativas al asilo, y afecta la imagen de la UE, tanto internamente como en el exterior».

Polonia, en particular, adopta una línea más firme contra la migración, y utiliza un controvertido mecanismo legal para decretar el estado de emergencia y limitar la acción de la prensa a lo largo de su fronteras.

Ese estado de emergencia fue extendido este mismo miércoles por un plazo de otros tres meses, hasta el fin de febrero de 2022.

Cactus24 01-12-21