A pocos metros del Centro de Diagnóstico Integral Che Guevara en la ciudad de Coro está ubicado un terreno baldío desde hace décadas.

El lugar se convirtió en un especie de vertedero a cielo abierto que sirve para la acumulación de animales y desechos sólidos que amenaza la salud de los habitantes del sector Las Barrancas, del barrio 5 de Julio de la ciudad de Coro. 

Parte de las paredes que separaban el terreno de las viviendas y del C.E.I. S Niño Felíz, fue derribado con los años. Desde entonces, se arrojan escombros, animales muertos, desperdicios y toda clase de material desechable que está a la vista de todos y contamina los espacios a su alrededor. 

Los vecinos cuentan que están obligados a quemar la basura y las consecuencias han impactado en la población adultos mayores quienes han sufrido de asma por la eventualidad.

Los vecinos denunciaron a la redacción de Cactus24, de la grave situación y expusieron la necesidad de una política pública en materia de ambiente y aseo para convertir el espacio en un lugar agradable que minimice los riesgos de padecer enfermedades en la piel, estomacales por la acumulación de insectos y respiratorias. 

«La misma comunidad agarró esto como un basurero, aquí esperan que haya basura para quemarla; de vez en cuando pasa el aseo», declaró José Luis Rojas de 51 años.

Su hogar está ubicado al frente de una montaña de basura. Cuenta que debe salir del sector cuando se quema la basura.

Denunció que también son afectados los pacientes del CDI ubicado en la avenida Maracaibo con avenida Ramón Antonio Medina. 

El hogar de Cecilia Miquilena, de 61 años, también está ubicado al extremo del basurero. Sufre de asma cada vez que la comunidad decide quemar los desechos. Sus hijos y su esposo la trasladan a una vivienda lejos del humo para evitarle una asfixia.

Tiene más de 10 años viviendo al frente de la acumulación de escombros. «Yo le hice comida a los obreros que construyeron esa casa, los que cercaron el terreno, con los años tumbaron la pared (…) en mi casa había ratas», dice. 

Miquilena le pide a las autoridades locales tumbar el edificio y limpiar el terreno. Considera que los ciudadanos deben evitar llevar la basura al lugar. «El aseo pasa una vez a la cuaresma y de todos lados vienen a echar la basura aquí», manifestó. 
La acumulación de grandes cantidades de residuos en el sector generan malos olores y emanación de gases contaminantes.

Los habitantes declararon que las autoridades locales conocen el problema, pero que las fallas en la recolección de residuos convirtió el barrio en un vertedero de basura. 

Redacción Jhonattam Petit – Corresponsalía en Coro