En la recta final de las elecciones presidenciales en Colombia, Íngrid Betancourt renunció el viernes a su candidatura y anunció su apoyo a Rodolfo Hernández, quien se convirtió en las últimas horas en la sorpresa electoral por un notable crecimiento en las encuestas.

“He tomado la decisión de apoyar al único candidato que hoy puede derrotar al sistema” de corrupción, dijo Betancourt en un acto de proselitismo de Hernández en Barranquilla, en el caribe colombiano.

Betancourt volvió a la escena política en enero de este año, casi dos décadas después de haber sido secuestrada por la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que llegó a ser la más antigua de Latinoamérica y hoy está extinta tras un proceso de paz.

Su candidatura por su propio partido, Verde Oxígeno, fue descendiendo en popularidad en medio de polémicas y diferencias con la coalición de centro. Nunca llegó a disputar los primeros puestos en las encuestas y en las últimas publicadas el jueves no superó el 1% de intención de voto.

Para el analista político Johan Caldas, de la Universidad de la Sabana, el apoyo de Betancourt a Hernández le da un impulso político que podría ayudarlo a conquistar a los votantes indecisos, a los del voto en blanco e incluso lograr adeptos entre los seguidores de otras campañas.

Hernández, un exalcalde de una ciudad intermedia y empresario, logró remontar en las últimas encuestas para disputarse el segundo puesto con el aspirante de derecha Federico Gutiérrez, y en una eventual segunda vuelta Hernández lograría un reñido resultado con el izquierdista Gustavo Petro, quien lidera las encuestas por un amplio margen.

“A pocos días de la elección presidencial de la primera vuelta, el electorado indeciso termina por tomar partido por Hernández, un candidato más de centro, alejándose un poco de los dos candidatos que puntean en las encuestas porque seguramente los ubican como de izquierda y de derecha”, explicó Caldas a The Associated Press.

Los colombianos elegirán su próximo presidente el 29 de mayo. En caso de que ninguno de los aspirantes supere la mitad más uno del total de los votos, se convocará a una segunda vuelta en la que solo participarán los dos que obtengan mayor votación.