El paradero de la embarcación Santo Amaro II es incierto, en tanto que la vida de sus cinco tripulantes peligra al llevar varios días a la deriva sin alimentos ni agua.

Se trata de Robinson Ramón Vargas Chirinos, Francis Farías, José Ángel Rojas, Carlos Cuba y José Sánchez quienes se encuentran a bordo del barco de pesca desde el 4 de mayo, a merced del mar que arrastra la embarcación pesquera hacia infinito tras quedarse aparentemente accidentada.

La embarcación zarpó del muelle de las Piedras el 4 de mayo para lo que sería una faena de pesca que en cuánto mucho, demoraría una semana. El último contacto que Francelys Jiménez tuvo con su esposo, fue el 6 de mayo. Después resultó inútil cualquier comunicación.

Transcurrida poco más de una semana, se rumoró la desaparición de la embarcación, información que familiares esperaban recibir de Carlos Estaba, dueño y armador del barco, pero éste ocultó la información hasta más no poder, hasta que vio impostergable guardar silencio.

Capitanía de Puertos y Guardia Costera recibieron el reporte el 14 de mayo cuando habían pasado 10 días del zarpe. Desde entonces lo que a familiares les dicen es que están buscando, ahora solo por vía marítima.

Aunque se dijo que por dos o tres días hubo búsqueda por aire,  Francelys Jiménez asegura que no les mostraron ni un informe, mucho menos una foto del sobrevuelo en las costas. Tampoco se ha recibido algún reporte de autoridades de otros países tomando en cuenta que desde el tiempo de la desaparición, la embarcación San Amaro II pudiese estar ya en aguas internacionales, enteradas por el alerta SAR.

La Guardia Costera es la que ha estado últimamente en contacto con familiares, quienes creen que hace falta más apoyo para un pronto rescate de sus seres queridos tomando en cuenta que ya los tripulantes deben haberse quedado sin comida y agua.

Piden al alcalde Abel Petit, al gobernador Víctor Clark y a alguna autoridad nacional gestionar apoyo en la búsqueda toda vez que, quienes están perdidos en el mar, son sus esposos, padres de familia y quienes llevan en sustento a sus hogares.

Lamentaron que el dueño y armador de la embarcación, Carlos Estaba, no se le vea el interés que amerita el buscar a sus empleados y rescatarlos con vida, más allá de la misma embarcación al tener asegurada. Agregan familiares que en la embarcación están cinco trabajadores, menos dos hombres de confianza de Carlos Estaba, quienes inexplicablemente no abordaron el Santo Amaro II aquel 4 de mayo

.Gerardo Morón Sánchez

Cactus24//20-05-2022