Ocho personas murieron en el accidente de un avión de carga ucraniano que transportaba armas y se estrelló cerca de la ciudad de Kavala, en el noreste de Grecia. La aparente falla de un motor precipitó a tierra la nave, un Antonov An-12 de la compañía ucraniana Meridian LTD, informaron este domingo las autoridades de Serbia, desde donde había despegado la máquina.

Tras incendiarse, una nube de humo tóxico se levantó, llevando a funcionarios griegos a recomendar el uso de mascarillas, mantener las ventanas cerradas y no encender los aires acondicionados en las poblaciones cercanas a la zona de la tragedia. Inicialmente Filippos Anastasiadis, alcalde de Pangeo, la localidad más próxima a la zona de la caída del avión, dijo que el avión transportaba material peligroso, posiblemente municiones.

Descartó, además, rumores iniciales de que la máquina tuviera a bordo material químico o nuclear. Debido a que tras la caída del avión se registraron una serie de explosiones, militares griegos cercaron la zona y las primeras aproximaciones al avión se realizaron con un dron, para evitar nuevos accidentes. Todas las víctimas eran tripulantes de la nave.

El Antonov despegó en Nis, Serbia, y volaba hacia Bangladesh, con escala en Amán (Jordania). Cuando sobrevolaba Grecia el piloto reportó problemas y pidió autorización para realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Kavala, pero no pudo llegar y se estrelló 40 kilómetros antes de llegar a la pista. El piloto aparentemente evitó caer sobre viviendas.

«En cuanto a la identidad de la tripulación, creemos que son ucranianos, pero no tenemos información al respecto. No son serbios», explicó en rueda de prensa el ministro de Defensa de Serbia, Nebojsa Stefanovic, quien detalló que la carga pertenecía a la firma serbia Valir, que había concretado una transacción con el Ministerio de Defensa de Bangladesh «respetando las reglas internacionales”.

Cactus24/18/07/2022