Antes de conocer a su actual esposa, el príncipe Harry era uno de los hombres más codiciado de la familia británica real.

En 2012, el nieto de Isabel II realizó un viaje a Las Vegas en el que se tomaron las infames fotos en las que aparecía desnudo y abrazando a una stripper, que se filtraron causando un gran escándalo.

Esa noche de fiesta ha regresado ahora del pasado para atormentarle en forma de una subasta en la que se vende la ropa interior que se quitó supuestamente en una habitación de hotel mientras jugaba al strip-billar.

La puja comenzó el pasado jueves y el precio alcanzó rápidamente el cuarto de millón de dólares. Además, permanecerá abierta de forma online hasta el 30 de septiembre, así que se espera que la suma sea multiplique hasta llegar al millón de dólares: el precio máximo para que se cierre automáticamente. Quien esté dispuesto a pagarlo, se hará automáticamente con los calzoncillos negros de Harry.