Pierre Poilievre (actualmente candidato a primer ministro de Canadá) era diputado y exministro del gabinete, y la venezolana Anaida Galindo era una apreciada asistente parlamentaria. Se conocieron y se enamoraron en el Parlamento.
Cuando la pareja se casó en 2017, la boda podría haber sido un asunto político completo, con una lista de invitados llena de legisladores y agentes de trastienda. Sin embargo, solo acudieron dos personas: los novios.
«Fue la mejor decisión que pudimos tomar», escribió Anaida en un artículo de 2019 para Pretty and Smart Co, la revista femenina online que cofundó.
«Queríamos asegurarnos de que nuestro día especial fuera realmente solo para nosotros y nuestro compromiso mutuo», añadió.
La boda, poco ortodoxa, fue tal vez una señal para el mundo de que no se trataba de una esposa política conservadora corriente, sino de una con un carácter propio y único, y con potencial para ser un activo para el partido en su lucha por deshacerse del control del poder por parte de los liberales, narra El Nacional.
Un discurso memorable
Anaida consolidó esa imagen el sábado por la noche en un animado discurso en el que presentó a su marido -y a ella misma- tras ganar la carrera por el liderazgo conservador.
Evocó sus raíces en Venezuela, su emigración a un nuevo país y su dura educación en Montreal, pintando un retrato del tipo de canadiense de a pie que Poilievre parece ver como su electorado natural.
«Mi padre pasó de llevar trajes de negocios y dirigir un banco a subirse a la parte trasera de una camioneta para recoger frutas y verduras. Eso es lo que tenía que hacer para alimentar a su familia. No hay mayor dignidad que mantener a tu propia familia», dijo Anaida.
Describió una infancia en la que los Galindo vivían «de cheque en cheque». Y en la que llenar el carro de gasolina no era un lujo sino una necesidad para seguir trabajando, vinculando claramente su propia biografía con la plataforma centrada en la inflación de su marido.
En el discurso a los fieles del partido dijo que su familia había emigrado de Venezuela en 1996, cuando ella tenía ocho años, escapando de un país asolado por la agitación política y el caos económico. Poco después, Hugo Chávez llegó al poder y lanzó la «revolución bolivariana» de izquierdas.
Los Galindos vivían en el barrio obrero del este de Montreal, y su padre acabó montando su propio pequeño negocio, cuenta Anaida.
Trabajando desde los 20 años en el Senado de Canadá
Apenas llevaba un año de carrera de comunicación en la Universidad de Ottawa y apenas tenía 20 años en 2008 cuando empezó a trabajar para miembros del Senado.
«Fue un bonito accidente. Nunca tuve la intención de trabajar en un entorno político. La política me encontró y me viene bien», dijo en Pretty and Smart Co.
«Era inteligente, muy inteligente, política, tenía buena interrelación con la gente, inteligencia emocional», recordó Carignan el domingo.
«A la gente le gustaba, era fácil trabajar con ella. Es una buena persona. No se puede detestar a Anaida», agregó.
La joven política se puso a trabajar para los diputados conservadores mientras el romance con Poilievre florecía, lo que finalmente desembocó en un matrimonio y dos hijos.
A pesar de sus diferentes orígenes, Anaida dijo en la convención del partido que ella y el conservador tienen valores similares.
Cactus24 (13-09-2022)
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