La estatua, que aún no se exhibido en ninguna parte y que hasta hoy sólo habían visto 14 personas, es el centro de la exposición, que se articula entorno a seis salas que narran la vida de Jesucristo y su contexto histórico, así como un análisis y los distintos estudios que se han realizado sobre la Sábana Santa.
En la rueda de prensa de presentación de la exposición, Blanco ha asegurado que la estatua es un cuerpo «en calidad humana» de Jesús. «Los pintores han tratado de representar su imagen y hoy, por primera vez, vamos a ver ese cuerpo lo más fidedigno y carente de todo movimiento artístico, de una calidad hiperrealista», ha señalado.
Ha reconocido que «la polémica estará servida para algunos», pero ha agradecido también la valentía de la catedral de Salamanca a la hora de acoger esta muestra «sobre algo que nadie se había atrevido a hacer antes».
Para esta muestra, los artistas que han trabajado en la escultura (hecha con látex y silicona, con pelo humano, de 75 kilos de peso y 1,78 metros de altura) se han basado en los puntos sangrantes de los pies, piernas o rodillas que aparecen reflejados en la Sábana Santa.
De esta forma, se ha reconstruido antropológicamente el cuerpo de Jesús, haciendo pruebas con volúmenes tridimensionales y reflejando sobre él todas las heridas que sufrió en la cruz.
La Sábana Santa centra también buen aparte de la exposición. Esta tela, que se conserva en la catedral de Turín y en la que, según la Iglesia católica, fue envuelto el cuerpo de Cristo tras su crucifixión, mide 4,39 metros de largo y 1,15 de ancho, está considerada una de las reliquias más famosas y discutidas de la Cristiandad.
Las pruebas para demostrar si de verdad envolvió el cuerpo de Jesús comenzaron en 1898, después de que un fotógrafo turinés hiciera una foto al lienzo y en el momento del revelado se diera cuenta de que las imágenes negativas representan el cuerpo y la cara de un hombre crucificado en el modo en que contaban los Evangelios.