Las balas fueron las protagonistas durante 2018 en el estado Anzoátegui al cobrar la vida de 19 funcionarios pertenecientes a  diferentes órganos policiales. En su mayoría, las causas de los hechos, se produjeron por el robo de teléfonos celulares y armas de fuego de las víctimas, según fuentes policiales. 

 

El primero en caer,  fue  el Guardia Nacional Tareck David García cuando el 2 enero del pasado año llevaba a  unos amigos a su casa luego de compartir en una fiesta en el sector Vista Alegre del municipio Anaco. 

 

En el trayecto, unos motorizados interceptaron la camioneta de García para despojarle a él y a sus allegados de sus teléfonos celulares. Tras oponerse al robo, los maleantes  le causaron una herida por arma de fuego en el pecho llevándose posteriormente el vehículo, de acuerdo a lo declarado por los familiares en el Servicio Nacional de Medicinas y Ciencias Forenses (Senamecf) de Barcelona. 

 

En enero, marzo y octubre el hampa acabó con la vida de cuatro militares. Las mismas cifras de homicidio para detectives del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc).

 

Heriberto José Wetter Bastardo, de 35 años de edad, pertenecía a las filas del Grupo Antiextorsión y Secuestro. Su muerte se produjo el 16 de noviembre en la avenida principal de Tronconal III de Barcelona cuando reparaba su vehículo en un taller mecánico, y su esposa, al bajarse del auto, sacó su teléfono celular. Fue el momento oportuno para que alias “el Gocho” y “el Podrío” atracaran a la fémina. 

 

Wetter al percatarse del hecho, intentó frustrar el robo accionando su arma de reglamento en contra de los hampones logrando herir a “el Podrío”. Pero la peor parte se la llevó el funcionario al ser impactado por dos proyectiles en el pecho que le puso fin a su vida. 

 

Comisiones mixtas del Cicpc Anzoátegui iniciaron con las pesquisas para dar con los homicidas. Las averiguaciones llevaron a los sabuesos hasta el estado Miranda donde lograron darle de baja a los involucrados en el caso. 

 

Alexander “el Gocho” Hidalgo, de 21 años, fue ultimado en los Altos Mirandinos mientras que a Ronny José Rondón, conocido como “el Podrío” lo fulminaron en uno de los barrios de Petare, municipio Sucre. 

 

 

De los crímenes cometidos en 2018, aunque hayan sido por armas de fuego, el de Yovanny José Gonzalo Parado de 25 años, oficial  de la Policía municipal de Anaco (Polianaco)  fue el más sangriento. 

 

El efectivo fue hallado con más de 40 cuchilladas la madrugada del 9 de abril en su casa, localizada en la urbanización El Milagro del Barcelona. Vecinos de la víctima hicieron el hallazgo cuando la puerta de su residencia se encontraba abierta, y al pasar, encontraron el cuerpo tendido en la cama. 

 

Lo informado para ese entonces por la policía científica, Gonzalo le habían clavado la primera cuchillada en el baño, después, el homicida lo arrastró hasta el colchón dejando un denso pozo de sangre y allí le causó las otras heridas. 

 

Fuentes extraoficiales indicaron que el autor principal se había entregado en la sede principal del Eje de Investigaciones Contra Homicidios del Cicpc y allí confesó el hecho. 

 

El policía, aparte de su esposa -que tendría para ese entonces tres meses de embarazo, se fue para la zona sur de Anzoátegui tras pelear con su cónyuge- supuestamente guardaba una relación a escondida con una persona de su mismo género. 

 

Cuando el oficial le dijo a su amado que su esposa esperaría un bebé, este se ensañó y lo asesinó. 

 

Con lo que respecta a la Policía del estado Anzoátegui (Polianzoátegui) cinco murieron en la zona norte, entre Barcelona y Puerto La Cruz, cuyo móvil fue el robo. Las armas de reglamento de los agentes Leonard José Figuera, Michael Hernández, Carlos Rafael López, Héctor José López y Luis Aníbal Pérez Arreaza llevaron a los delincuentes a aniquilarlos. 

 

Entre estos homicidios, el más relevante fue el de Pérez Arreaza, ocurrido la madrugada del 18 de agosto  en un club del Barrio Corea de Barcelona. Por este crimen resultaron aprehendidos Ninoska y María Francia  Morillo, conocidas como “las hermanas Morillo” y sus novios.

 

Las mujeres, de acuerdo a las pesquisas que practicó la policía científica, se ubicaban dentro del local, por lo que ellas llamaron por teléfono  a sus parejas para que le quitaran el arma de reglamento al policía que custodiaba el lugar. 

 

Los hombres al llegar al sitio le dispararon a Luis Aníbal, y tras quitarle su pistola le volvieron a causar otra herida en el pectoral. “Las hermanas Morillo” y sus cómplices se dieron a la fuga y horas después fueron arrestadas en la avenida Costanera que enlaza Lechería con Barcelona. 

 

Otro de los organismos de seguridad en perder un efectivo en manos de delincuentes corresponde a la Policía del municipio Simón Bolívar y Policía del municipio Sotillo (Polisotillo). 

 

 

El 28 de octubre, en el sector Nueva Barcelona ultimaron a un funcionario de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) luego de que se enfrentara a tiros con agentes de la Brigada Motorizada de Polibolívar. 

 

La víctima, identificada como Carlos Gabriel Arráez de 23 años, presuntamente estaba reunida con dos delincuentes cerca del supermercado Central Madeirense cuando fueron sorprendidos por la comisión. 

 

Efectivos de Polibolívar cuando iban a realizarle una revisión corporal a los sospechosos, Arreaza accionó su arma  y se produjo el cruce de proyectiles. 

 

Trascendió que Francisco Javier Rondón, alias “Chompira”, quien es un azote de barrio en Barcelona, acompañaba al PNB que le dieron de baja en el enfrentamiento armado. 

 

Cabe destacar que, en Anzoátegui, perecieron con Carlos Javier Arráez en hechos violentos tres oficiales de la Policía Nacional.

 

Isaías Guzmán