De acuerdo con medios internacionales, este tipo de fiestas nació en los años 60, donde la gente se reunía de forma espontánea en algunos lugares pocos comunes para bailar y escuchar música sin molestar a los demás y evitar problemas legales. Sin embargo, la moda se intensificó en los 80 con el mundo de las discotecas.

Las personas que se organizan para este tipo de evento poco peculiar, bailan con auriculares y comparten bebidas o comida como habitualmente se hace en las fiestas tradicionales, reseña Todos Ahora.

De acuerdo con el portal El Clarín, varios jóvenes vivieron esta experiencia y la catalogaron como “una experiencia al aire libre todavía más rica”. “Había gente bailando y al lado una familia tomaba sol sin sentirse intimidada”, resaltó una joven al portal.

Aunque la modalidad tiene años, actualmente algunos jóvenes han tomado la iniciativa de planificar este tipo de fiestas. Esto con el objetivo de «disfrutar» en medio de la pandemia de la COVID-19 y no ser descubiertos por la policía o allegados.

Esta tendencia se esta desarrollando en algunos países de Europa en donde ha surgido una tercera ola del virus.

Cactus24 (09-07-2021)