Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia de covid-19, reportó este miércoles 1.064 muertes y 41.714 casos positivos, informaron fuentes oficiales, mientras que el Ministerio de Salud ya planea aplicar una dosis de refuerzo de la vacuna.

Según el último boletín del Consejo Nacional de Secretarios de Salud (Conass) de los 27 estados brasileños, el país acumula 571.662 decesos asociados al coronavirus y 20.457.897 infectados desde la irrupción del covid-19, hace casi 18 meses.

La pandemia ha dado una tregua a Brasil durante los 2 últimos meses, periodo en el que ha descendido de forma notable el número de contagios y muertos, si bien la transmisión del virus aún sigue siendo alta en el territorio nacional.

Según las estadísticas oficiales, en los últimos siete días el promedio diario de casos ha sido de 30,400, lo que contrasta con los 77,000 que se notificaron de media a finales de junio.

La media diaria de muertes en la última semana ha sido de 845, muy inferior a las 3.100 de principios de abril, dato que, sin embargo, sitúa a Brasil como el país de América donde actualmente más se muere a diario por covid-19, por delante de Estados Unidos (665) y México (566), según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esa mejoría -dentro de la gravedad- en los indicadores pandémicos se debe principalmente al avance de la campaña de vacunación.

Hasta la fecha, un 55 % de la población brasileña ha recibido la primera de las dos dosis que exigen la mayoría de los fabricantes, mientras que un 25 % ya tiene completo el ciclo de vacunación.

Pese a que aún queda por inmunizar una parcela importante de la población, el Gobierno brasileño ya estudia aplicar una dosis de refuerzo, cuando concluyan los estudios en curso sobre el tema.

El ministro de Salud, Marcelo Queiroga, dijo este miércoles a los periodistas que la tercera dosis se empezará a aplicar a los “grupos prioritarios”, es decir, a “profesionales sanitarios y a los más ancianos”.

“Estamos planeando para que, en el momento en que tengamos todos los datos científicos y el número de dosis suficientes, orientemos ya para el refuerzo de esa vacuna, en función de los fármacos disponibles”, indicó.

“Para eso necesitamos datos científicos, no vamos a hacerlo basado en opiniones de especialistas”, remarcó.

En este contexto, Queiroga recordó que su despacho ya encargó un estudio sobre el impacto de una tercera dosis en aquellos que se vacunaron con la fórmula del laboratorio chino Sinovac, más conocida como Coronavac, y citó otras pesquisas en desarrollo con los fármacos de Pfizer/BioNtech y AstraZeneca/Oxford.

Ese refuerzo serviría, además, para contener la expansión por Brasil de la agresiva variante delta, detectada en primer lugar en la India, en un momento en que la mayoría de los estados del país suramericano han reducido al mínimo las restricciones para contener los contagios por coronavirus.