Este miércoles se llevó a cabo una reunión extraordinaria entre pescadores de Río Seco -pueblo pesquero al occidente de Coro- y representantes de Pdvsa Occidente y Pdvsa Gas en el salón del consejo universitario de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda ubicado en Coro, con el fin de establecer acuerdos por el décimo segundo derrame de hidrocarburos que inició este 20 de junio en el Golfete de Coro.

Aunque las autoridades decidieron no declarar ante la prensa e informar al país de los hechos, Willmen Quintero, vocero del Consejo Nacional de Pescadores (CONPAS) informó que la estatal petrolera suspendió el bombeo de petróleo hacia el Complejo Refinador Paraguaná luego de la última fuga de gas que ha causado daños en el medio ambiente y empobrecido los trabajadores del mar.

Quintero informó que Pdvsa prometió aumentar el volumen de gasolina a 240 litros por embarcación como una forma de «compensar los daños», aunque insistió en que las familias afectadas deben ser indemnizadas por el Estado venezolano. «Estamos en una mesa de trabajo, el gobierno está abiertamente en solventar nuestro problema y harán una evaluación de los daños», dijo Quintero.

Destacó que para recuperar la producción de langostinos al occidente de Falcón, el gobierno nacional debe impulsar una siembra de langostinos. Río Seco y Tacuato son los únicos dos pueblos que tienen el permiso para producir y comercializar el rubro de langostinos con exportación nacional.

Más de 4.500 familias, 242 dueños de embarcaciones y 1200 pescadores fueron empobrecidos por el problema ambiental causado por PDVSA. Días atrás, Quintero había afirmado que la «estatal petrolera acabó con la producción de Río Seco».